Entrevista del mes – Mayo 2018

Verónica Caviedes, una apasionada del mar que transciende fronteras en su pasión por el océano


¡Buenas Oceanógraf@s!

Esta semana os presentamos la interesante trayectoria de Verónica, licenciada en Ciencias del Mar y Ambientales por la Universidad de Cádiz. Nació en San Fernando (Cádiz) y su pasión por el mar le ha llevado hasta Honduras, donde es ahora mismo Profesora Titular. En estos momentos, está desarrollando su doctorado en la UCA, en el Programa de Gestión  y Conservación del Mar.

AOA: ¿Qué ha significado para ti estudiar Ciencias del Mar?  

VC: Estudiar Ciencias del Mar ha significado para mi dedicarme a lo que siempre me ha gustado, a lo que me ha atraído, llamado la atención y con lo que he estado vinculada toda mi vida. Al ser de San Fernando (Cádiz), me he criado en una zona costera, todos los días viendo el mar desde el balcón de mi casa, la primavera, el verano y parte del otoño metida en el mar, salpicándome de agua salda, paseos en bicicleta por las marismas, paseos hasta la playa, etc. Hija de marino mercante que me transmitió el amor y el saber disfrutar de esta naturaleza y paisajes costeros. Quién sabe si por casualidad, tenía en la estantería del salón de casa la colección de libros y videos de Jacques Cousteau, y que siempre me pasaba horas admirando. He crecido en un ámbito culturalmente vinculado con el mar y profesionalmente me fue difícil escapar de esa atracción.

AOA: Cuando acabaste la carrera, ¿supiste qué camino empezar a recorrer como profesional, o fue complicado encontrar tu sitio? 

VC: A lo largo de la carrera, soñaba con poder trabajar en espacios protegidos costero- marinos, ya fuera como funcionaria o en alguna ONG o empresa. Pero cuando terminé la carrera de Ciencias del Mar y dos años después Ciencias Ambientales en 2010, las opciones de trabajo estaban bastante complicadas entonces decidí meterme a hacer el Máster en Gestión Integrada de Áreas Litorales. Siempre pensé en escoger hacer las prácticas del Máster en algún área costera de España o Andalucía y así poder tener más opciones de cara a ese sueño de dedicarme a la conservación de espacios naturales.


“Con esa carrera tan preciosa como Ciencias del Mar que están estudiando tienen la oportunidad de comerse el mundo. Lo importante es “seguir hasta conseguir” y tener ilusión cada día por hacer lo mejor posible las cosas.”


Podría decir, que desde antes de entrar la carrera y durante, eso era lo que quería, es decir, supe que camino empezar a recorrer, pero a veces los planes no salen como uno dispone, los caminos se cruzan. Resulta que salió una oportunidad de hacer tesis de investigación con una beca del Aula Iberoamericana de Posgrados, solo tenía que elegir la Universidad y país. Y así lo decidí, con el apoyo de mis profesores, eché la solicitud para irme a la Universidad de Costa Rica. A los pocos meses me concedieron la beca y un siete de junio de 2011 estaba volando para San José, la capital del país centroamericano, para realizar mi Tesis Fin de Master en el Centro de Investigación en Ciencias del Mar y Limnología de la Universidad de Costa Rica, sobre el análisis del manejo integrado de zonas costeras y marinas de ese país.

Verónica en la laguna de Apalka, Moskitia de Honduras, en un taller de política pública de manejo costero con comunidades indígenas. Fotografía cedida por la entrevistada.

Al terminar el máster, y a comienzos de 2012, desde Cádiz me fui para Honduras, esta vez sin un camino claro, esta vez sí fue para probar suerte. Estuve trabajando en consultoría, al principio eran pequeñas y después un poco mejores. Mi primer trabajo fue para una empresa consultora que me pidió buscar videos, blogs y menciones en redes sociales sobre cierta área protegida, fue un trabajo de solo 3 días. Después me salieron otros pequeños trabajos, como ir un día a hacer encuestas por hoteles de playa, editar documentos de otras consultorías, etc., pero nada estable, cosas de vez en cuando. De ahí tuve la oportunidad de empezar a asistir a algunos talleres de discusión de temas marinos y costeros entre instituciones públicas, ONGs, comunidades costeras, cooperación y otros actores. Trataba de ser voluntaria en trabajos de campo de amigos y conocidos siempre que se daba la oportunidad. En estos espacios pude comenzar a conocer gente, hacer contactos, aprender de cómo funcionaban los asuntos de gestión costera y áreas protegidas en Honduras, familiarizarme más con los ecosistemas tropicales y aprender a realizar trabajos de técnico en campo en esos ambientes. Fue una época enriquecedora pero difícil, ya que no ganaba casi nada para mantenerme y tenía que llenarme de energía positiva. Por esos días, en conjunto con uno de mis profesores de la UCA, comencé de forma voluntaria a realizar un análisis del manejo costero integrado en Honduras, algo que hasta el momento no se había hecho antes, aplicando las metodologías del Grupo de Gestión Integrada de Áreas Litorales de la UCA y que me ayudó a enlazar con mejores consultorías.

Pronto me salió una consultoría para realizar varios trabajos que tenían que ver con diagnosticar el estado de los ecosistemas marinos y costeros de Honduras, y plantear una guía de manejo costero integrado para el país. Estos trabajos fueron sin duda uno de los puntos clave en mi curriculum que me abrieron la siguiente puerta. Al año y medio de estar en Honduras, la Universidad Nacional Autónoma sacó una plaza de Profesor Titular para desarrollar el campo de conocimiento de las ciencias marinas y costeras en un centro regional de esa universidad ubicado en una ciudad de la costa caribe del país llamada Tela. Entonces eché los papeles, pasé todas las pruebas y entrevistas y desde entonces trabajo como profesora en esa Universidad desde el 2013. Es importante destacar que el título de Ciencias del Mar fue clave, ya que no había nadie con esa formación en ese momento.


“…en conjunto con uno de mis profesores de la UCA, comencé de forma voluntaria a realizar un análisis del manejo costero integrado en Honduras, algo que hasta el momento no se había hecho antes...”


Es un trabajo que realmente me tiene dedicada a lo que me gusta. Me permite trabajar en las áreas protegidas, hacer investigación y enseñar sobre los temas que me apasionan. La primera función que me asignaron de hecho fue crear el plan de estudios de una carrera en ciencias marinas para la universidad, la cual esperamos que pronto arranque. Además estar en Honduras me ha permitido diversificar los temas de trabajo dentro de la oceanografía. He tenido que hacer trabajos monitoreando el estado de salud ambiental de arrecifes y manglares, levantar líneas bases de moluscos de lagunas costeras y biodiversidad de algas. También trabajar con actores locales para el manejo de los temas ambientales costeros, en temas de política pública de zonas costero-marinas, entre otras cosas que me han permitido seguir aprendiendo y crecer en muchos aspectos.

AOA: ¿Cómo afrontaste tu nueva vida en Honduras?

VC: Fue una decisión rápida y estaba decidida a irme allí, algo que me permitió tener más inercia quizás para afrontar los retos. Me fui con una maleta ajustando los 23 kilos, mis títulos universitarios dentro, y con toda la ilusión de poder trabajar en lo mío en un área costera caribeña espectacular. Ese fue mi pensamiento. Pero me tocó afrontar un principio no tan sencillo porque eran poquitas cosas en las que podía trabajar, pero que a la vez me permitieron ponerme a estudiar más desde casa, hacerme más autodidacta y a echar más creatividad al asunto. ¡Ante una necesidad, tendemos a crecer! Y además, siempre conté con la compañía y apoyo de mi pareja y eso ha sido algo muy importante en este camino.

Verónica en un monitoreo de arrecifes en el Caribe de Honduras. Fotografía: Ángela Randazzo, cedida por la entrevistada.

AOA: ¿Hay alguien a quien admires en el campo de la oceanografía?

VC: Puedo decir que siempre he admirado, hasta el punto de leer o ver documentales sobre sus vidas, a Jacques Cousteau, a Sylvia Earl, a Charles Darwin, claro. Pero he tenido más de cerca a otras personas que admiro mucho como son algunos de los profesores que tuve en la UCA, que apasionadamente daban sus clases y que nos conectaron aún más con este mundo. Más allá de su aporte a la ciencia o de lo que descubrieron o inventaron, me mostraron un interesante camino que recorrer y me dieron un empujoncito que me hizo saltar lejos y que no olvidaré.

AOA: ¿Qué consejo darías a los nuevos estudiantes de Ciencias del Mar?

VC: A los nuevos estudiantes les diría que no paren de querer aprender constantemente, que no esperen a que las puertas se abran. Si están cerradas, que las abran ellos mismos y si no hay puertas, que las pinten. Que traten de ser autodidactas, que sepan que son capaces de todo y están preparados para asumir los grandes retos. Con esa carrera tan preciosa que están estudiando tienen la oportunidad de comerse el mundo. Lo importante es “seguir hasta conseguir” y tener ilusión cada día por hacer lo mejor posible las cosas. En el momento y situación en el que estén, hacerlo lo mejor posible, siempre. Eso marcará la diferencia.

AOA: ¿Cuál es tu próximo objetivo?

VC: En este momento es sacar mí doctorado aquí en la UCA, en el cual ya llevo un año y estoy muy ilusionada, y con esto, volvería a incorporarme al trabajo en la UNAH y seguir aportando en todo lo que pueda a esta Universidad en estos temas. Siempre salen nuevos proyectos y cosas que hacer en conjunto con los colegas de mi grupo de investigación y otros que se dedican a la conservación de espacios costero-marinos.

Verónica en una actividad de divulgación científica con una colega de trabajo de la Universidad de Honduras.

¡Muchísimas gracias Verónica por colaborar con nosotr@s! Tu experiencia sin duda es inspiradora para muchos y desde la AOA te animamos a seguir trabajando como hasta ahora, con toda la suerte que mereces.

Post by A. García Angulo

Dejar una contestacion